Una isla que funcionará sólo con mujeres rubias es lo que pretende hacer la empresa Ola-la, dando con esto una vuelta de tuerca más al uso del sexo para hacer marketing. Y por supuesto funcionará
Me refiero al marketing, porque la capacidad de las lituanas está fuera de toda duda. El tema aquí es que la publicidad es racista y polémica, pero sin duda llamativa pero que seguramente no durará mucho tiempo.
Irónicamente la raza blanca, especialmente la rubia se encuentra en vías de extinción, si las tendencias que se muestran en este sitio continúan.
Una pregunta queda en el aire. ¿Qué tan valioso es para una marca entrar a una polémica en donde se le acuse de racista y sexista, aun cuando no esté violando ninguna ley?
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