De acuerdo con lo que se comenta en esta nota, esta foto fue tomada como un juego, luego posó el niño negro “cazando” al hombre blanco, todo con permiso de los padres del menor.
Sin embargo, su publicación fuera de contexto en el Sunday Times de Australia -cuyos colaboradores la encontraron como foto de perfil en Facebook- provocó una ola de protestas y atención de la gente, como se puede apreciar en el gráfico de Google Insights
El hombre cuyo nickname es “Terrorblanche Eugene” se convirtió en un monstruo que la policía local empezó a buscar para aclarar ese tipo de foto, lo que hizo necesario que hasta los padres del niño tuvieran que declarar que todo había sido un juego entre ellos.
Este caso es un ejemplo muy claro que demuestra que ninguna foto es objetiva, por mucho que lo parezca. Algunos “expertos” en mercadotecnia política provocan este tipo de interpretación de manera muy intencionada, a veces sin decir palabra alguna. ¿Quién no reaccionaría ante una imagen como ésta?
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