Atraviesa tus paredes, no te detengas

A veces pienso que es un poco chocante insistir sobre el tema de la resiliencia, la opción que siempre se tiene de hacer un esfuerzo más para lograr lo que aspiramos. Es obvio que no todas las veces que se reintenta se logra el resultado esperado, pero también es definitivo que, si no se persigue, no se alcanzará.

Insisto porque me parece que esta actitud debe asimilarse culturalmente, luchar contra los “ya ni modo”, “déjalo así”, “hacen como que me pagan, así que yo hago como que trabajo” son, en sentido estricto, una obligación social si queremos salir de la mediocridad en la que nos ha recluido la historia.

Lo acontecimientos nos empujan hacia el abandono y los apáticos que anuncian la destrucción, tienen un aire de intelectualismo que hasta parecen convincentes, estos derrotistas siempre cuestionan el optimismo porque les parece ingenuo.

Sin embargo ahora me encontré con una noticia que respalda los beneficios de la resiliencia:” las actitudes positivas mejoran la habilidad del cerebro para crear sinapsis”, el proceso de conexión de neuronas que mejoran la capacidad del cerebro, es decir el ser optimista te hace más inteligente, al contrario de lo que ocurre con las actitudes pesimistas y el estrés.


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