“La libertad comienza con un acto desafío” afirma ese tráiler en español de la película Resistencia, la historia de una aldea de judíos que logro resistir y salvarse de la invasión de los nazis. Esta película, como es tradicional en las películas que dirige Edward Zwick retoma un problema humano central: los límites de la resistencia como un modo de beneficiar la comunidad. En determinadas circunstancias estas fronteras no son aquellas que tengan que ver con los tradicionales mandamientos de las religiones como el que reza ”no matarás”, sin embargo la resistencia tiene límites morales que tienen que ver con la supervivencia y el beneficio a la comunidad.
El primer paso para la libertad es el desafío, pero también lo es para el fracaso o para la degradación personal. No hay recetas para distinguir en qué momento se debe tomar un desafío y en qué momento es mejor seguir al líder en turno, esto depende de las circunstancias y las condiciones particulares que vive cada quien. Pero queda perfectamente claro que cuando este desafío se toma por fines totalmente individuales, se está transitando por el ámbito de la irresponsabilidad. Eso ocurre con el vendedor ambulante que invade el área de paso peatonal para instalar su negocio, desafiando las normas legales y el bienestar común. No ocurre lo mismo para el jefe de familia que decide realizar una actividad emprendedora antes de permitir que la pobreza acabe con el bienestar de su familia.
Sin embargo hay un hecho que debe tomar en cuenta todo emprendedor. Los avances de la conectividad están formando un mundo mucho más entrelazado, con gran capacidad de comunicación. Estos lazos se van generando en la medida en que ofrecen beneficios a las personas, la sociabilidad tiene un fin comunitario, el empresario que quiera tener éxito en este mundo conectado debe pensar en favorecer a esta comunidad.
El primer paso para la libertad es el desafío, pero también lo es para el fracaso o para la degradación personal. No hay recetas para distinguir en qué momento se debe tomar un desafío y en qué momento es mejor seguir al líder en turno, esto depende de las circunstancias y las condiciones particulares que vive cada quien. Pero queda perfectamente claro que cuando este desafío se toma por fines totalmente individuales, se está transitando por el ámbito de la irresponsabilidad. Eso ocurre con el vendedor ambulante que invade el área de paso peatonal para instalar su negocio, desafiando las normas legales y el bienestar común. No ocurre lo mismo para el jefe de familia que decide realizar una actividad emprendedora antes de permitir que la pobreza acabe con el bienestar de su familia.
Sin embargo hay un hecho que debe tomar en cuenta todo emprendedor. Los avances de la conectividad están formando un mundo mucho más entrelazado, con gran capacidad de comunicación. Estos lazos se van generando en la medida en que ofrecen beneficios a las personas, la sociabilidad tiene un fin comunitario, el empresario que quiera tener éxito en este mundo conectado debe pensar en favorecer a esta comunidad.
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