La suicida decisión de no seguir en Twitter

Hace no mucho escribí acerca de la hipocresía premeditada, con la que es mucho más fácil sintonizarse con la corriente del momento porque la realidad es demasiado dura para ser afrontada de modo coherente.

Hoy me toca dar testimonio de esta dificultad de afrontar la realidad de modo coherente: mi casi suicida decisión de no seguir en Twitter a quienes me siguen, como una respuesta de cortesía.

Esto lo hago estando totalmente consciente que es una acción que va en contra de casi todo: tanto los usos y costumbres ya “tradicionales” en Twitter, como los sitios que hacen mediciones de influencia en esta red social e incluso la filosofía con la que fue armado el concepto de “following” en Twiiter. Expertos y fundadores recomiendan seguir a quienes te siguen en Twitter.

Y escribí “casi todo” porque hubo algo que me recomendó lo contrario: mi cerebro. No digo que fue una sesuda y profunda decisión, lo que quiero decir es que mi cerebro se saturó con tantos tweets que se acumulaban, primero en Tweetdeck( el cual decidí dejarlo de usar por su impertinente sonido de entrada de cada tweet), y luego en la propia página de Twitter, cuya pestaña de buscador me indicaba que había cientos de mensajes que habían entrado. Cientos en unas horas. Cientos de mensajes que nunca leería, creándome una sensación de pérdida porque sabía que en entre esa avalancha informativa había mensajes de personas que me interesaba leer.

El cerebro me lo decía muy claramente: “voy a eliminar información, no puedo procesar tanto, tú decides qué hacer”. Teóricamente lo sabía desde antes, tenía que filtrar toda la información posible para dejar que mi cerebro procesara poca información, pero realmente sustanciosa. También sabía que un uso alternativo, pero mucho más poderoso de Twitter era su capacidad para crear una red de conocimiento, en donde mentes interesadas en una temática específica, podrían recibir y retrasmitir flujos de información de alto valor, enriqueciendo a su paso a todos los miembros de esa red.

Así que con la terrible sensación de que mi decisión afectaría a mí, ya de por sí, muy limitada popularidad digital, empecé a borrar seguidores. Primero dejé de seguir a los que no conocía y cuya información no era en modo alguno relevante; luego continué con los que aunque conociera no aportan mucho valor informativo. Al final terminé eliminando aquellos que aportaban información valiosa, pero me sacaban de mis ámbitos de interés. El objetivo es lograr tener una selecta red de seguidos cuya actividad enriquece mi vida profesional y personal.

Esta tarea sin embargo es imperfecta, es muy fácil borrar seguidos, pero muy difícil encontrar esos “nodos” inteligentes que ofrecen con generosidad información de valor. Lo estoy intentado, pero estoy seguro de que me estoy perdiendo mucho más de lo que hasta el momento he logrado.

Pero luego la realidad vuelve a mostrar incoherente mi decisión. ¿Y mis seguidores? ¿De qué sirve participar en Twitter si no es para que se lea lo que envío. Al pensarlo más detenidamente me di cuenta que no es así. Uno trasmite y retrasmite información porque tiene algo que decir. Si este algo le interesa a alguien, por su valor en el contenido, lo tiene sin ningún esfuerzo, si no le interesa dejará de seguirme, entonces es un indicativo que no estoy siendo seguido por lo que expreso en mis tweets, si no porque significo un punto más en sus lista de seguidores.

Es probable que este post provoque la emigración de varios de mis seguidores. Los comprendo y les saludo. Espero sinceramente que no sean todos. Pero de ser así, lo aceptaré, corro el riesgo, porque de otro modo no sabría se tengo seguidores porque los sigo o porque hay algo de lo que escribo que puede ser de interés.

Decir todo lo anterior es más fácil, lo difícil es entrar a tu perfil y darte cuenta que se han ido varios de tus seguidores.

Comentarios

Rocío Chalco dijo…
Hola, Gustavo interesante el estudio que estás haciendo, no es inútil los twitteos que realizas, uno se da cuenta de la preparación y el enfoque que hay en la persona, a través de sus artículos, y poco a poco te vas posicionando, ya vez hasta me haz hecho escribirte.
Hola Rocio

Mil disculpas por responder hasta ahora, sucede que los avisos estaban en spam y no me había dado cuenta.

Muchas gracias por tus comentarios y que bueno que te hice escribir, esto siempre anima a cualquier persona.

Mucha suerte con tus proyectos, te mando un saludo cordial.