De acuerdo con los expertos en negocios, una de las claves de éxito para las empresas es la innovación, entendida ésta como la capacidad de monetizar la creación o modificación de un producto o servicio
Para los hombres de negocio las ideas no son suficientes, aunque sean buenas. Las empresas altamente innovadoras, como Cisco, se preocupan por colectar todas las ideas posibles, pero para que se lleven a la práctica es necesario que tenga un alto potencial de negocio, esto provoca que solo el 2% de las ideas que analizan lleguen al consumidor.
Así que si tienes una gran idea, pero no encuentras como convertirla en negocio, busca más ideas, porque la probabilidad de que se convierta en negocio rentable es muy baja. Se acabaron, por el momento, los tiempos en los que había inversionistas ansiosos por apostar en conceptos en internet que nadie tenía idea de su utilidad
Pero que una idea tenga potencial de negocio tampoco es suficiente. Se requiere que la idea sea lo suficientemente atractiva para todos los que se enteren de ella la entiendan, les guste, la trasmitan y, por consecuencia, tenga éxito.
Dan Heat autor del libro Made To Stick define a esta cualidad como idea pegajosa:
Ésta, dice Heat, tienen tres elementos: se entiende, se recuerda y cambia algo. Las ideas que cumplen con estas características se difunden de manera inevitable a través de las redes sociales (no necesariamente virtuales). Esto significa que aunque la idea no sea sensacional tendrá éxito.
Heat explica en el video que se presenta aquí que se puede seguir una metodología para construir ideas pegajosas, debe buscarse que sean inesperadas, sorpresivas, concretas. Es decir es una tarea de la mercadotecnia y sus herramientas de comunicación.
A nadie debe sorprendernos que las buenas ideas sean tan poco populares. En la historia de la humanidad se ha mostrado que las mejores ideas, como los descubrimientos, no son aceptados por la sociedad de manera inmediata, incluso hay casos en los que son rechazados de manera absoluta. Al parecer no nos gustan los cambios drásticos.
El empresario tiene que elegir entre grandes ideas e “ideas pegajosas” rentables. Si elige la primera, quizás tenga que buscar otra fuente de ingresos pues su empresa no prosperará, aunque quizás pase a la historia como un hombre visionario.
Si quieres que tu negocio sea innovador, repasa este video, tiene aportes interesantes.
Para los hombres de negocio las ideas no son suficientes, aunque sean buenas. Las empresas altamente innovadoras, como Cisco, se preocupan por colectar todas las ideas posibles, pero para que se lleven a la práctica es necesario que tenga un alto potencial de negocio, esto provoca que solo el 2% de las ideas que analizan lleguen al consumidor.
Así que si tienes una gran idea, pero no encuentras como convertirla en negocio, busca más ideas, porque la probabilidad de que se convierta en negocio rentable es muy baja. Se acabaron, por el momento, los tiempos en los que había inversionistas ansiosos por apostar en conceptos en internet que nadie tenía idea de su utilidad
Pero que una idea tenga potencial de negocio tampoco es suficiente. Se requiere que la idea sea lo suficientemente atractiva para todos los que se enteren de ella la entiendan, les guste, la trasmitan y, por consecuencia, tenga éxito.
Dan Heat autor del libro Made To Stick define a esta cualidad como idea pegajosa:
Ésta, dice Heat, tienen tres elementos: se entiende, se recuerda y cambia algo. Las ideas que cumplen con estas características se difunden de manera inevitable a través de las redes sociales (no necesariamente virtuales). Esto significa que aunque la idea no sea sensacional tendrá éxito.
Heat explica en el video que se presenta aquí que se puede seguir una metodología para construir ideas pegajosas, debe buscarse que sean inesperadas, sorpresivas, concretas. Es decir es una tarea de la mercadotecnia y sus herramientas de comunicación.
A nadie debe sorprendernos que las buenas ideas sean tan poco populares. En la historia de la humanidad se ha mostrado que las mejores ideas, como los descubrimientos, no son aceptados por la sociedad de manera inmediata, incluso hay casos en los que son rechazados de manera absoluta. Al parecer no nos gustan los cambios drásticos.
El empresario tiene que elegir entre grandes ideas e “ideas pegajosas” rentables. Si elige la primera, quizás tenga que buscar otra fuente de ingresos pues su empresa no prosperará, aunque quizás pase a la historia como un hombre visionario.
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