El reto de las empresas en el caos del web 2.0 y las redes sociales

¿Cuál es la estrategia a seguir para destacar en un mundo en donde todos pueden publicar al mundo lo que están haciendo?

Hoy los perros ya pueden enviar mensajes por Twitter, en un futuro no muy lejano hasta los objetos trasmitirán información por internet, mientras tanto cuando menos en nuestro país, la falta de conocimiento está provocando que un alto porcentaje de ciudadanos no esté interesado de lo que está pasando con este fenómeno de hiperconectividad.

Si bien las nuevas generaciones son los que están haciendo subiéndose a la red creando una nueva generación de personas que comparten sus vivencias con cientos o miles de personas, muchas de las cuales no conocen personalmente, en realidad los que están obligados a enterarse son los empresarios, sin importar el giro o el tamaño que tenga su negocio. De hecho ya las empresas son ahora diferentes gracias a las tecnologías de información y lo serán aun más en el futuro, cuando la necesidad de un mejor branding se haga evidente ante el barullo de millones de entes (personas, animales y objetos) generando información en la red.

Las empresas que hasta el momento han preferido guardar silencio en internet, que participan muy tímidamente con un sitio web el cual no modifican en años y consideran que su participación en la tendencia hacia la sociabilidad de la web 2.0 es una actividad que puede resolverse con un registro de una cuenta en Twitter y Facebook, irán perdiendo identidad ante la visión de millones de consumidores que desean información para tomar decisiones en cualquier aspecto de compra: elegir un restaurante, o un sitio para encontrarse con los amigos, consultar la mejor ruta para llegar, los horarios y lugares de las películas mejor calificadas por sus amigos, la ropa de moda, el libro más polémico, la causa social más honesta, los doctores más recomendados, todo -absolutamente todo-, quiere ser consultado por un consumidor que día a día confía más en las evaluaciones de la gente y menos en la publicidad tradicional.

El reto inminente para las empresas no sólo es diseñar una inteligente estrategia de publicidad y relaciones públicas que de a conocer lo que están haciendo. Ahora deberán tener la capacidad de integrarse a un mundo de intercambio de información caótico y desordenado, en donde habrá necesidad de tener una muy clara identidad corporativa que narre una historia de interés para sus potenciales consumidores y que sepa escuchar lo que están diciendo, más allá de sus tweets que a veces no significan nada para el sentido común.

Comentarios

Anónimo dijo…
Muy buen artículo, el sentido común es el que al final debe primar en todo esto. Esperemos que la figura del community manager se consolide:

http://creativites.wordpress.com/2010/10/11/papa-de-mayor-quiero-ser%E2%80%A6-community-manager/