5 consejos de branding para emprendedores

El Branding, esta palabra difícil de traducir y que prefiero entenderla como desarrollo de marca, será un concepto que cada vez más interesará a los empresarios. Y esto no se deberá a la publicidad que se le haga, si no a las lecciones que están dejando los clientes día a día en su contacto con las empresas, principalmente en aquellos empresarios que si desean aprender de lo que está ocurriendo en sus mostradores de venta.

¿Qué está ocurriendo? Que el consumidor está cada vez más informado y es más perspicaz y desconfiado de los discursos de ventas. Este cambio procedente de una sociedad cada vez más conectada con la información es lento, pero imparable. Hace unos meses un ejecutivo de mercadotecnia de una empresa trasnacional me comentaba que ahora son las amas de casa las que tomas decisiones de tecnologías de información para las familias, antes eran los jóvenes, quienes buscaban tecnologías de moda, ahora las mamás buscan además ahorro en consumibles, ahorro de energía y cualquier elemento que les afecte en su gasto. Esto ocurre en TI, pero también en electrodomésticos, hoteles, restaurantes. El parloteo en la red es imparable y se cristaliza en posicionamiento de marcas en la mente de los individuos.

Por supuesto habrá empresarios que cada vez se preocupan más por la experiencia que la gente tiene con su marca y habrá otros que nunca lo hagan. Para aquellos que si les interesa, he aquí cinco consejos de branding para emprendedores que ofreció la empresa consultora sobre el tema Allegro 234 de España y que para variar se me ocurrió modificarlas con mis puntos de vista.


1, Que tu marca te refleje

La identidad del dueño es ahora más visible, “la marca es una síntesis resultante de lo que es y promete la empresa y su propiedad”. ¿Cuál es la historia detrás de la empresa? ¿La imagen del dueño? Esto a veces ocurre para mal, pero los empresarios deben esforzarse por recuperar su mejor historia y personalidad para luego reflejarla en toda la empresa. No se trata por supuesto de crear ficción, nadie cree ya en los cuentos románticos de próceres heroicos.

2. Construye una experiencia asociada a la marca

Lo más importante es la experiencia que las personas viven cuando los consumidores se relacionan con la marca, ya sean clientes, proveedores o empleados. En este punto hay de todo, desde la experiencia que se vive en los mostradores de las tiendas, música y olor y color, hasta el papel que juega el mensajero, el chofer y sus ayudantes cuando se hacen entregas a domicilio, la máquina o persona que conteste el teléfono, soporte al cliente, instructivos, garantías. La experiencia con la marca es fundamental y sin embargo el controlarla exige mucha planeación, capacitación e investigaciones. ¿Por qué es importante? Porque la percepción de la marca –a través de los sentidos- es al final lo que imprime en la mente de los clientes. Si la experiencia es mala, la asociación con la marca es fatal para el crecimiento de los negocios.

3. La emoción

La emoción está estrechamente relacionada con la experiencia, pero debe diferenciarse. La experiencia la construye el fabricante, la emoción el consumidor. La emoción refleja un interés expectante que se expresa incluso en sensaciones corporales. Puede ser agradable o desagradable, pero su origen tiene que ver con lo que al consumidor está deseando. Saber esto último sería el activo más importante que cualquier empresario podría desear.


4. ¿Hay una idea detrás de tu marca?

Lo que garantiza un buen negocio es la calidad de la idea que hay detrás. No lo que es ahora, sino lo que fue al comenzar. El emprendedor tiene que desmarcarse de su competencia dando algo muy diferente y de valor para el consumidor. No son pocos los empresarios cuyo único objetivo original fue el de hacer más dinero. Sin embargo detrás de este proyecto obvio hubo una idea que se cristalizó en un producto o servicio que le interesó a su mercado. Ese origen no se debe perder, pues fue lo que motivó la existencia y crecimiento de la empresa. A menudo las formas cubren el fondo y la idea se olvida.

5. Define tu nicho

Es una tentación permanente querer llegar a todos los públicos. El tiempo ayuda que la marca encuentre su propio público y es a éste al que tiene que cuidar. Este no es un consejo que se limite al branding, en realidad este concepto junto con el anterior son clásicos de estrategia competitiva de Michael Porter. Eso no quiere decir que no tenga nada que ver con el desarrollo de marca, al contrario la respalda.

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