Nuevo consumo, nuevas oportunidades

Con la crisis económica emergerán oportunidades engendradas en el inevitable cambio de las pautas de consumo. Por diferentes causas todos tendremos menos para gastar, por lo que los objetos a los que aspiramos se alejarán más, si no es que en algunos casos se volverán inalcanzables. Pero esto sólo le ocurrirá a los objetos, no a las causas que provocan la necesidad de poseerlos.
Aquellos objetos y servicios que ofrezcan la satisfacción a esas necesidades, pero que sean accesibles podrán encontrar un lugar en el posicionamiento del nuevo consumo. Algunos pesimistas auguran a los cuatro vientos que la gente dejará de comprar, que los mercados caerán, que los bienes y servicios serán cada vez más caros, pero nuestra cultura, nuestros hábitos y costumbres no lo permitirán: compraremos otras cosas.
Quizá no compremos un auto nuevo, pero al menos saldremos a cenar un fin de semana. Es posible que ya no podamos comprar esa ropa de marca que se nos ve tan bien, pero compraremos unos chocolates que nos harán olvidarla. Aun aquéllos que caigan en la insolvencia y los que derrapen a niveles de pobreza, consumirán un dulce, una bebida o un poco de tiempo para el ocio. Aun los que han perdido todo, buscarán de inmediato algo: la esperanza.
Así que el reto no está en el cómo sobrevivir a la crisis, si no qué nuevos productos y servicios crearemos para satisfacer este nuevo consumo. He aquí algunas ideas a explorar: Ofrecer medios para darnos cuenta que podemos ser felices sin ser ricos, realizarnos en otros ámbitos como la cultura o la amistad. Cultivar facultades que nos ayuden a ahorrar o a ganar dinero: cocina, carpintería, mecánica automotriz, plomería. La falta de dinero nos puede permitir ahorrar comiendo menos y alimentos más saludables o consumiendo productos ecológicos que no dañen el medio ambiente. Una nueva forma de transporte que no use la energía fósil. Ideas para proteger nuestro patrimonio, conservar nuestro trabajo o lograr estabilidad a largo plazo.
Si ya sé, estos temas se parecen a los libros de autoayuda de Saborns, pero… quizá por esto se venden cada vez más.

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