El apasionante mundo de la especulación



Como escribí en el post anterior, la acción de especular ha caído en desprestigio principalmente por sus implicaciones en el mundo de la economía y las finanzas. Pero esta palabra tiene también otro interesante significado: Registrar, mirar con atención algo para reconocerlo y examinarlo; también significa meditar, reflexionar con hondura, teorizar.

Desde esta perspectiva las personas dedicadas a hacer crecer sus negocios necesitan especular. ¿Cómo podrían tener éxito si no teorizan y construyen hipótesis respecto a cómo lograrlo? El mundo de la especulación no es sólo apasionante, si no quizá hasta adictiva, de acuerdo a lo que han encontrado los expertos del cerebro y del consumo. Un ejemplo simple de esta sensación la podemos experimentar cuando vamos de compras, en el recorrido para la búsqueda y el momentáneo placer que vivimos cuando encontramos lo que creemos buscar.

Pero la acción de especular queda mucho más clara en la cacería, particularmente la que se practicó en los orígenes de la humanidad y que según entiendo aún la práctica una lejana tribu en el África: la cacería por cansancio. La idea es muy simple se trata de perseguir a la presa hasta que caiga rendida de cansancio. Cuando leí sobre esta técnica me imaginaba a un cazador corriendo cerca de la presa, pero no es así.

Recientemente vi una cacería de este tipo en algún programa de los canales estatales de TV. El experimentado cazador elige a la presa y la va persiguiendo, pero la mayor parte del tiempo no la tiene a la vista. La presa se adelanta y el cazador a un ritmo inexorable la persigue sin piedad, oliendo sus rastros, buscando la rama rota, la planta caída, la huella en el piso. Y cuando no hay rastro alguno entonces imagina lo que la presa haría en ese lugar y sigue la ruta imaginaria en un complicado laberinto que para los ojos inexpertos parece la ruta de una persona que se ha extraviado.

Lo fascinante de la estrategia es que al final la presa está ahí al final del camino imaginario, rendida de cansancio y sin poderse defender. (Parece cruel, pero es importante anotar que este recurso se usa como medio de subsistencia y no como deporte). EL cazador especuló y logró avizorar su recompensa.
Traslademos esta actividad a nuestra vida cotidiana en el trabajo, ahora justo antes de la crisis y al finalizar el año. Especulemos el modo de perseguir a la presa, teoricemos sobre el camino que seguirá, planeemos la ruta, al final, si somos buenos en lo que hacemos, encontraremos la recompensa.

Foto: El futuro te espera en El mundo de Gaby

Comentarios

invertosanchez dijo…
hola que tal Gustavo, solo paso para convencer de que me gustó mucho tu artículo sobre la especulación financiera, a pesar de que esta sabemos no es tu área de especialización, sin embargo y dada la situación económica actual, fue de bastante interés al menos para mí (merca) y seguramente para muchos de tus lectores.. saludos y sigue blogueando"
Hola Sanchofatal:

Gracias por tu comentario. Aunque quizá no es muy claro, pues yo estaba pensando en otro tipo de especulación que no tiene que ver con la financiera, si no con el pesnamiento creativo neceseario para planear y proyectarnos hacia el futuro con diferentes escenarios.

Jajaja, a lo escrito ya no hay remedio, trataré de ser más claro en el futuro.

Saludos y gracias de nuevo
Anónimo dijo…
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