Fútbol: mercadotecnia y negocios en México

En el transcurso del día de hoy, Justino Compeán, un hombre de amplia experiencia en la administración de los negocios de fútbol y fuertemente ligado a Televisa, será oficialmente nombrado presidente de la Federación Mexicana de Fútbol. (FMF)

Dado el equilibrio de las fuerzas económicas dentro de este negocio, era esperable que Televisa fuera el factor clave para determinar quien se quedaría a cargo de esta federación. Decio de María estará a cargo de la Liga Mayor.

Según especialistas, los nombramientos representan la intención de convertir a la FMF un organismo separado de la Liga mexicana y convertir el torneo en una espectáculo de mayor nivel , creando un exclusivo e inaccesible club de clubes denominado Liga Premier, cuyo objetivo será hacer más rentable al fútbol, que irónicamente no es un buen negocio en México.

Si los objetivos se cumplen habría mucho y mejor mercadotecnia que la que conocemos . Es decir no sólo los equipos con dinero tendrían merchandising, estrellas deportivas y promoción: sería toda una liga que buscaría repartirse un negocio mucho más grande que el que actualmente existe. Modelo de negocio que funciona muy bien en las ligas europeas

Los beneficios también serían para los fanáticos. En teoría se limitarían los sueldos de las estrellas deportivas y se desarrollarían nuevos valores deportivos. Medidas que darán por resultado un mejor fútbol y un deporte menos amañado, como a veces vemos en algunos partidos en donde la especulación predomina sobre el espectáculo.

Un paso de este tamaño es necesario, no sólo porque así lo está exigiendo la FIFA, si no porque preparará la infraestructura para que el fútbol profesional mexicano se inserte a un espectáculo cada vez más globalizado, en donde hay infinidad de oportunidades capitalizando el interés que este deporte despierta en muchos puntos del globo.

Sin embargo todo este escenario tan alentador se enmarca dentro de los límites que las televisoras privadas impongan. Según ha trascendido, el acuerdo para lograrlo existe. Sólo que es difícil creer que un duopolio sea el patrocinador de medidas que son propias de mercados abiertos y más competitivos.

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