México 2.0

La demanda por la conversación ya está aquí y los voceros de los medios tradicionales no saben que hacer con ella

La conversación es desde mi punto de vista, la antesala de lo que algunos les molesta que se defina como el web 2.0, la era de la información autogenerada por el consumidor y por el ciudadano.

La polémica situación política que hemos vivido estos últimos meses ha despertado –con todo el manojo de intencionalidades implícitas, es decir, las auténticas y las manipuladas- una avalancha de participación de la gente. Pero debido a nuestro pobre desarrollo del web, la demanda por mayor capacidad de conversación no se realiza sólo por este conducto, sino a través de lo que Fernando Saenz define como noomorfosis (formación de inteligencia) en la conciencia de la gente que le pide a los medios una mayor apertura a diferentes voces.

Esto es lo que escribió el polémico Ciro Gómez Leyva en el periódico Mileno el pasado viernes 25 de agosto:

“Al igual que otros periodistas, he recibido en los últimos días una cantidad inusual de correos electrónicos y de anónimos sobre lo que los remitentes consideran que ha sido mi desempeño en el conflicto poselectoral...Un querido colega de la radio me pregunto ayer que debíamos hacer ante los mails jodidos y a veces aterradores, Le respondí que lo único que se me ocurría era tomar nota y seguir trabajando con la mayor puntualidad periodística posible” (p..2)

Otro periodista no menos polémico pero de otro “color” político, Julio Hernández López, señala el mismo día:

“Los faraones del micrófono y los barones de la prensa escrita apenas abren un poco sus espacios bindados y de inmediato reciben dosis muy representativas del enojo social que sus conductas facciosas provocan (ayer le sucedió a Joaquín López Dóriga y a Ciro Gómez Leyva en sus programas radiofónicos” (La Jornada página 4)


El intelectual Enrique Krauze escribe en el periódico Reforma el domingo 27 de agosto:

“ La buena noticia del trance que vive México es la participación ciudadana en la vida pública. ¿Cuándo, en los tiempos del PRI, se había visto a tantos ciudadanos opinar y actuar sobre lo que les compete? Por fin la política ha dejado de ser patrimonio privado de los políticos para convertirse en una tarea colectiva. La mala noticia es la riesgosa polarización del momento” (p. 12)

Los comentarios de la participación de la gente en los medios tradicionales se escuchan por todos lados. Algunos medios como Monitor MVS incluso la fomentan con tecnología celular web, un adelanto a lo que el mismo Saenz define como RUD. La gente sabe ahora que puede participar y quiere hacerlo. Más temprano de lo que se podría esperar, la gente lo exige hoy y no va a esperar a que la infraestructura tecnológica lo permita.


Lo mejor de esto, independientemente de los ánimos exasperados, es que estamos siendo testigos de la desaparición de la comunicación unilateral, lo cual no será fácil de aceptar y de aprender. Además de la necesaria superación de los interesese económicos y políticos detrás de los medios tradicionales, para la gente que venimos de esos terrernos no es fácil. En este blog, por ejemplo, no he sabido que hacer con las participación de la gente: ¿Cuál es su motivación? ¿Esperan una respuesta personal cada uno de estos comentarios?–insólito si se piensa que en los medios tradicionales se dirige a miles con los que sería aparentemente imposible tener una conversación-. La falta de respuesta a estas preguntas y muchas otras similares me han paralizado y he tenido que aprender de los jóvenes bloggeros, quienes no sienten ninguna preocupación al respecto, aun cuando sus lectores suman los cientos de miles.

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