Persuasivo pero no sincero, ¿quién es responsable?

En el sitio prestiggio.com se publica un artículo que habla de 3 secretos para ser persuasivo: ser creíble, tener un objetivo común con la gente que se quiere persuadir y conectarse emocionalmete con ella.

Si la gente se prepara es relativamente posible ser persuasivo. Aunque no todos lo logren pues se requiere del desarrollo de muchas habilidades de intelegiencia emocional para conectarse con la gente. Otro elemento que es difícil de obtener es la credibilidad. Pero hay personas que tienen mucha facilidad para desarrollar habilidades histriónicas y se ganan una imagen de autoridad, tengan o el conocimiento para tenerla.

A fin de cuentas se puede llegar a ser persuasivo, aun cuando no se sea totalmente sincero. Y esto es un problema pues estas herramientas se han sobreexplotado, sobre todo en el ámbito político. El asunto es saber si los genios de este marketing político tan éxitoso cuentan con el antídoto. Es decir si alguien es capaz de crear un
Hijo de Frankenstein
debería saber como desconectarlo y no esperar a que sea la sociedad la que lo haga.

Como que nos estamos acostumbrando a que genios creen novedades que en un momento parecen fantásticos y que al día siguiente se convierte en verdaderos mounstros amenazantes: La contaminación automotriz, las botellas de pet, los políticos desbocados. Habría que repensar el tema de la responsabilidad, particularmente si el genio humano es tan inventivo.